Una playa de aguas ni mansas ni salvajes
Publicado el 8/04/2019
Llegar a el Cabo Polonio requiere de un vuelo a Montevideo, ciudad capital del Uruguay, en América del Sur, un tramo en bus de unas 4 horas hasta la puerta de esta playa balneario y luego un recorrido en jeep o camioneta 4x4 de unos pocos minutos hasta la costa. Sí, no es un lugar de fácil acceso, pero todo tiene su precio.
El Cabo Polonio se ubica en la costa atlántica de Sudamérica y posee lo que muchos han descrito comouna atmósfera única en la que la civilización se adapta a las condiciones de la naturaleza sin modificarlas.
Una playa de aguas ni mansas ni salvajes y con dunas de arena móviles que dominan el paisaje y hacen de este paraje un lugar único en el mundo. Una de las mayores reservas de lobos marinos de todo el planeta aporta su lado salvaje a este balneario.
Si bien, es una playa que vive prácticamente del turismo el verdadero color a esta playa se lo dan los locales, pescadores artesanales y bohemios enamorados de la paz y de la naturaleza. Y si esperas encontrarte con mucha gente, vale la pena decir que la población aquí apenas supera el centenar de personas durante el año.
Todo aquí es más que rústico, artesanal. Los ranchos, viviendas dónde no hay luz ni electricidad, ya se alquilan con un verano de anticipación y el alojamiento es más que limitado, por lo que el mejor plan es hospedarse en alguno de los balnearios vecinos y pasar uno o dos días en esta playa. La noche, puede pasarse en una carpa sin problemas durante el verano.
La magia de este lugar se potencia a la noche, cuando la luz solo la aportan las estrellas, los fogones entorno a los cuales se reúnen los jóvenes a beber y pasar la noche cantando al ritmo de alguna guitarra y el gran faro que todo lo controla como un radar.
La oferta gastronómica en esta playa de bohemios es buena pero no muy amplia, vale la pena probar los platos de mariscos o alguna empanada. Los precios son muy baratos para el turista europeo y bien accesibles para los jóvenes que quieren hacer ruta solo con la mochila en los hombros.
Para quienes gusten del surf, el Cabo Polonio regala una ola muy prolija y atractiva. Siempre vale preguntar por consejos a la hora de meterse en el mar, pues el océano siempre es traicionero. Para los que les guste la pesca, también este es un buen destino.
En cuanto al paisaje, las dunas de arena móviles del Cabo Polonio son un espectáculo para la vista, y la sensación de mezcla de desierto y mar potencia el disfrute de la naturaleza.
Para visitar el Cabo Polonio hay que hacerlo durante los meses de verano en Uruguay, o sea desde diciembre hasta marzo, y siempre es bueno llevarse algo de abrigo, pues en las noches la temperatura sobre la costa puede bajar hasta los 15ºC. También es importante hacernos de una buena linterna si pensamos pasar la noche allí, pues como ya he dicho no hay electricidad en toda la playa, y la luna no siempre ilumina lo que queremos ver.
Cabo Polonio es una gran opción para quienes quieren vivir una experiencia de relax en un ambiente muy natural y totalmente seguro, donde las playas, las dunas y el cielo de la noche (es casi único) son los grandes protagonistas.
Lobos Marinos en Cabo Polonio
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